24 nov 2012

Cada día es una nueva OPORTUNIDAD...


Cada día es una nueva oportunidad, aunque a veces no nos demos cuenta, cada día es una nueva oportunidad para volver a sonreír, para buscar lo que nos hace feliz, para cambiar de vida, para perdonar, para hacer sentir bien a quienes nos hacen bien, para tomar las decisiones correctas, para reparar un error, la vida nos ofrece cada día una nueva chance para poder cumplir objetivos, para seguir luchando, para alcanzar las metas propuestas, para sonreír, para demostrar que cada día se puede mejorar, para cambiar esos defectos, para ayudar a quienes lo necesitan, para que quienes sienten tener una vida vacía, busquen la manera de llenarla, brindando servicios, ayudando al prójimo, realizando buenas acciones que puedan beneficiar a muchos, no solo a uno mismo, muchas veces vemos como pasan los días, y los sentimos vacíos, sin darnos cuentas que muchas veces las pequeñas cosas hacen la diferencia… Brindar una sonrisa a quien está triste, ser el apoyo de quien lo necesita, brindar un consejo, escuchar a alguien que necesita descargarse, y muchas cosas más que quizás se piense que es normal, común, y son las que hacen la diferencia…
Hay que agradecerle a Dios por cada día más de vida, por tener una nueva oportunidad para ser cada vez día una mejor persona, no hay que desperdiciarla. Todos podemos ser cada día mejor, demostrar que se puede mejorar. No hay que dejar todo para el futuro, si tenes ganas de hacer algo, HACELO AHORA, no dejes pasar el tiempo, porque como dicen “el tren pasa solo una vez” y la vida es corta como para estar cargando con arrepentimientos.. No te olvides de expresarles tu amor y tus sentimientos a aquellas personas importantes para vos, hacerles saber cuanto las aprecias, extrañas, admiras, necesitas. No te calles, decí lo que pensas, sos una persona libre, con derecho a opinar, a actuar según tus convicciones, no te prives de nada, no tengas miedo de pensar distinto, nunca dejes de luchar por tus sueños, hace realidad esas utopías! Y que te importe muy poco lo que la gente piense de vos, no dejes que NADA ni NADIE te frene. Si te sentís bien, SIEMPRE DALE PARA ADELANTE J

Muchos éxitos, y nunca te olvides, CADA DÍA ES UNA OPORTUNIDAD!

Natacha Herrera.


20 nov 2012




Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse. Que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas. Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto. Aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos puede destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida; que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.
 Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la última vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a dónde llegaste, sino a dónde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve. Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias. Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.  Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos. Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones. Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza. Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel. Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo. Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado. Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles. Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.

William Shakespeare

10 nov 2012

El perdón . . .



P
ensaba en aquella vez que me preguntaron ¿Qué es el perdón? Y me quedé helada… no sabía que responder. PERDÓN, pequeña palabra, pocas letras, muy usada, una palabra que parece tan sencilla, en boca de tantos y yo… yo no podía responder a esa pregunta.
E
s así, que luego  de largo rato de reflexión pensé que tenía que partir de la pregunta ¿alguna vez he sabido perdonar? Claro, ¿cómo iba a saberlo si no partía de ahí? Pero en realidad se me hizo más complejo aún! La verdad es que siempre pensé que el perdón era una manera de poder dejar atrás esas situaciones que me hicieron mal en algún momento, que era como una disolución de cierto problema, algo que dejaba AHÍ, sin odio, ni rencor, solo buscaba dejar a un costado lo que me provocaba dolor, porque no era eso lo que quería sentir…
R
esulta que luego de un tiempo, escuché una frase que hasta el día de hoy me la dejó picando: “PERDÓN SIN OLVIDO, NO ES PERDÓN” Y pensé, si para mi, ¿el olvido no existe, no se perdonar? Porque sinceramente creo que hay cosas que nos marcan en la vida, que se transforman en recuerdos —buenos o malos— que por más tiempo que pase no se olvidan. Y la mayoría de las cosas que siempre tendemos a recordar son aquellas que nos hicieron mal, que nos sirvieron de experiencia, esas que nos ayudaron a crecer como personas, las cuales nos advierten de no volver a tropezar con la misma piedra, pero que, a su vez, no deja de generarnos un mal recuerdo, un mal estar anímico que nos hace tener presente muchas veces situaciones que queremos olvidar, y que no podemos.
Y ahí es mi duda, porque creo que como a mi, a muchos les sucedió alguna vez encontrarse con traiciones, con hechos realmente desagradables que fueron realizados por personas muy cercanas a nosotros,  esas que son demasiado importantes para uno, y que cuando nos pidieron perdón por lo ocurrido, nosotros teóricamente perdonamos e intentamos dejar esas situaciones atrás, pero después de un tiempo, volvemos a insistir en eso, traemos al presente hechos pasados, revivimos el pretérito una vez más, y ahí es cuando nos damos cuenta que algunas heridas del pasado no cerraron, y que si esa persona que alguna vez sentimos haberla perdonado, vuelve a cometer un error que nos afecte, recaemos en hechos anteriores, mostrando que el olvido no existe, que por más que intentemos dejar algunas situaciones atrás y no volver a ellas, de alguna forma, vuelve a suceder, lo volvemos a recordar y nuestro mundo vuelve a nublarse…
D
oy un ejemplo común: una pareja que dice amarse, tienen una relación que les hace realmente bien, una de aquellas que siempre tiene presente que puede soportar cualquier cosa, menos la infidelidad.  Al cabo de un tiempo, uno de ellos comete este error, le es infiel a su pareja, y se lo confiesa, al principio como cualquier noticia que cae mal, lleva a uno a reaccionar de la peor manera, pero pasado un lapso, esta persona decide perdonar a su pareja, y vuelven a intentarlo. Todo marcha bien, normal en ellos, pero cada vez que surge una discusión, ese recuerdo siempre está ahí, se reclama cada dos por tres, y se dan cuenta de que cuando la confianza se pierde, una relación no se puede sostener. O bien, de manera contraria, una vez perdonada la traición, dos personas sienten que “el amor es más fuerte” y deciden superar ese desagradable hecho, y si, claro que se puede superar, pero por más que se intente no volver a ese tema, la persona que sufre esta infidelidad, se mantiene alerta, no necesariamente de una manera obsesiva, pero si quiere cuidarse de sufrir un golpe bajo nuevamente.
O
 Sea, siempre pensaba que como el olvido no existe, el perdón tampoco. Es un pensamiento particular, no todos pensamos de la misma forma. Y lo respeto, solo que mi idea se basa en que, si bien muchas veces tratas de escaparte de ciertas cosas para no hacerte mal, volvés a pensarlo, sentirlo, recordarlo y es como revivir la misma historia, aunque hayan pasado años. Pero no deja de ser algo muy personal, será que siempre doy lo mejor de mi, y cuando no recibo lo mismo, me duele tanto que no puedo superarlo, no puedo olvidarlo, y cada vez que esas situaciones se repiten, se me hace más difícil pensar en dejar atrás todo lo vivido. No es que quiera vivir de recuerdos —porque no es la idea— solo que las vivencias transitadas son las que van forjando una experiencia propia que es percibida de diferente manera, y en este caso, cada mal recuerdo, lo hago presente cada vez que me sucede algo similar. Pero, ¿por qué? Porque siento una frustración en cada traición que vivo, será que cada vez que eso me sucede intento sobreprotegerme, y tal es así, que intento no volver a tropezar con la misma piedra, pero si… me vuelve a pasar y es molesto, doloroso, frustrante!
 N
o todas las veces vamos a tener que perdonar a alguien que reconoció su error y nos vino a pedir perdón, algunas otras, vamos a encontrarnos con actitudes desagradables e intolerantes que tuvo una persona muy querida por nosotros, y que la única forma de volver a relacionarnos con ellos, es perdonándolas. Aceptando ese error, tratando de dejarlo atrás, e intentando recuperar esa relación establecida antes de que ocurriera tal hecho.
Hasta que un día, sucedió algo impensable para mi, sentía que jamás iba a pasar, y que si tenía que vivirlo, para mi, era imperdonable… (Y quiero aclarar que no tiene nada que ver con un pibe, una infidelidad y esas cosas que se piensan automáticamente :B)
En un principio, claro, era mi pensamiento, no podía perdonar tal cosa, no soportaba aceptarlo, y no podía sacarme esa situación de la cabeza, tuve una recaída, llegué a sentirme tan mal, que pensaba que ya no tenía fuerzas para superarlo… y así estuve varios años, siendo que fue algo que me afectó de manera indirecta, porque la traición no iba justamente hacia mi, pero de alguna manera ahí estaba, involucrada, afectada totalmente… hasta que me di cuenta que si no hacía nada por superarlo, no iba a poder estar bien conmigo misma, y que en cada situación similar que surgiera posteriormente, iba a volver a sentirme mal por ese hecho. Por qué? Porque como para mi el olvido no existe, de alguna manera siempre iba a tener que volver a lo sucedido, siendo así, que nunca iba a poder dejar atrás eso por lo cual me sentía atravesada.
Y con el paso del tiempo, me fui dando cuenta que no hacía falta olvidar para perdonar, que por más que me doliera la acción de una persona muy amada por mi, no podía estancarme en eso, porque nunca iba a sentirme bien y no podía tirar todo lo vivido por un error. Me costó, costó demasiado, porque fue lo que más me dolió en la vida, pero me detuve a pensar y me di cuenta de que todos somos humanos, y como tales, no somos perfectos, todos cometemos errores, y que no somos nadie para juzgar a otro, porque aunque pensemos que nunca vamos a cometer la misma falta, el día de mañana podemos estar haciendo lo mismo… Vale destacar que eso también forma parte de una experiencia de vida, que también se dio con el paso del tiempo, porque no fue de un día para otro… Que fue mucha meditación, mucho esfuerzo y mucha voluntad. Y que están de por medio los sentimientos y las acciones. ¿Por qué digo esto? Porque muchas veces es tan grande lo que sentimos por alguien, que no queremos perderlo, porque hay lazos afectivos que muchas veces no pueden cortarse, y que, aunque no se pueda olvidar este tipo de cosas, tampoco hay que cerrarse en eso, y hay tener en cuenta lo que esa persona hizo y/o hace actualmente por nosotros, que no tenemos que condenar todo lo vivido con alguien, por haber cometido un error.
A
sí pude ver que perdonar cuesta, es difícil, lleva tiempo, pero si uno se propone a realizarlo, lo puede hacer. Sigo sosteniendo que hay cosas que nos marcan para toda la vida y que duelen demasiado, pero si nosotros no podemos salir de eso, está difícil que encontremos una estabilidad emocional que nos mantenga en pie día a día.
¿Y cuándo me di cuenta de esto? Cuando empecé a sentir que estaba repudiando a una persona que amo con el alma, cuando no podía ni verla, que ya me sentía mal, cuando sentía que todo lo que hacía esa persona estaba mal, siempre con una mirada negativa. Pero ahí fue cuando también me dije a mi misma que no quería llenar mi alma de sentimientos negativos, porque no me hacía bien.
R
ecién ahí fue cuando me di cuenta que pude perdonar a alguien que ni siquiera me había pedido perdón, pero es bueno resaltar que esto es más fácil lograrlo cuando percibís que esa persona al darse cuenta de su error, cambia, cambia para bien, y eso se valora demasiado, porque no lo niego, me hizo mal, y NO lo olvido, actualmente me siento bien conmigo misma, porque me propuse dejar de lado aquello sucedido… pero hoy en día pude recuperar esa relación, y no he perdido a esa persona.
Tengo mis recaídas, a veces me acuerdo y me deprimo demasiado, pero ya no es como antes, solo hay dolor, desilusión, decepción, pero no hay odio, ni rencor.
Por eso, concluyendo con este tema, creo que por más que no podamos olvidarnos de ciertas cosas que nos hicieron mal, podemos superarlas, intentando día a día perdonar a alguien, y si, se puede. Aunque , aaaaauuuunqueeee, creo que es bueno destacar que hay cosas que para mi, no tienen vuelta atrás, perdonar no es cualquier cosa, se puede llevar a cabo cuando amamos de verdad a alguien, y que no es fácil. Me llevó cerca de cuatro años experimentarlo, estuve mucho tiempo cerrada en un solo pensamiento, sin darme cuenta de que siempre la vida te va a dar alternativas y elecciones, está en nosotros escoger bien!
Por eso, si vos sentís que no podes perdonar a alguien, o algo, y te está haciendo mal, pensalo, repensalo y volvelo a pensar.
NADIE ESTÁ EXCENTO A NADA, TODOS SOMOS HUMANOS, CUALQUIERA PUEDE COMETER EL MISMO ERROR, Y AUNQUE HAYAN COSAS QUE NO SE JUSTIFICAN, NO TENEMOS QUE OLVIDARNOS QUE NO SOMOS QUIEN PARA JUZGAR AL PRÓJIMO Y QUE POR ESO MISMO, HAY QUE BUSCARLE LA VUELTA Y PODER EXPERIMENTAR ESA HERMOSA SENSACIÓN DE HABER PERDONADO!:)
Para terminar, dejo una frase que me encanta y que es muy cierta:
Pedir perdón es de muchos, saber perdonar no
Gracias si lo leíste, porque el hecho de que vos gastes minutos de tu tiempo en mis escritos, es genial, estés o no, de acuerdo con mis pensamientos. Que tengas un lindo día. Y que Dios te bendiga a vos, y a tus seres queridosJ
DIOS, DIO LA VIDA POR NOSOTROS, HACIÉNDOSE CARGO DE NUESTROS PECADOS, AQUELLOS QUE HICIERON QUE JESÚS FUERA CRUCIFICADO, Y NOS PERDONÓ, PRODUCTO DEL GRAN AMOR QUE NOS TIENE. ASÍ MISMO, EL NOS OTORGÓ LA CAPACIDAD A CADA UNO DE NOSOTROS DE PODER PERDONAR. ESTÁ EN CADA UNO DESCUBRIRLA Y PRACTICARLA
Tania Natacha Herrera.

5 nov 2012


“Si estás enojado con alguien, y ninguno hace nada por arreglar la situación, arréglala tú. Tal vez hoy, esa persona todavía quiera ser tu amigo, y si no lo arreglas, tal vez mañana será muy tarde.  
Si estás enamorado de alguien, pero esa persona no lo sabe, díselo. Tal vez hoy, esa persona también esté enamorada de ti y si no se lo dices hoy, tal vez mañana será muy tarde.
Si te mueres de ganas por darle un beso a alguien, dáselo. Tal vez esa persona también quiere un beso tuyo, y si no se lo das hoy, tal vez mañana será muy tarde.
Si todavía amas a una persona que crees que te ha olvidado, díselo. Tal vez esa persona siempre te ha amado y si no se lo dices hoy, quizás mañana será muy tarde.
Si necesitas un abrazo de un amigo, pídeselo. Tal vez ellos lo necesitan mas que tu, y si no se lo pides hoy, mañana será muy tarde.
Si de verdad tienes amigos a los cuales aprecias, díselo. Tal vez ellos también te aprecian, y si se van o se alejan, quizás mañana será muy tarde.
Si quieres a tus papas, y nunca has tenido la oportunidad de demostrarlo... hazlo. Tal vez hoy, los tienes ahí para demostrárselos, pero si se van, tal vez mañana será muy tarde…”

Si tenes muchas ganas de hacer algo, HACELO, no importan las consecuencias, no importa si sale bien, si sale mal, si no salen las cosas como realmente las esperas, lo importante es no quedarse con las ganas de hacer o decir algo, porque el día de mañana nos podemos arrepentir toda la vida… Muchas veces nos encontramos con gente demasiada orgullosa que queremos con el alma, y no es la idea ponerse a competir a ver quien es más orgulloso, sino que se trata de dejar eso de lado, y mostrar cuanto nos puede importar una persona, más allá de todos sus defectos.
Cuántas veces el deseo se apodera de uno y surgen esas ganas de expresar nuestros sentimientos hacia alguien? MUCHAS. Y quizás muchas veces gane el miedo, si, miedo al rechazo, al fracaso, al no ser correspondido… Y ahí nos quedamos, con las palabras en la boca, pensando que hubiera sido si lo decíamos, pero una vez más, el miedo gana… Pero no siempre tiene que ser así, no siempre tenemos que dejar que el miedo nos gane, porque muchas veces se siente mejor uno mismo siendo sincero, pudiendo expresar libremente sus sentimientos, sin tener en cuenta que tan malas pueden ser las consecuencias! Porque es eso lo que siempre nos frena, pensar en las consecuencias negativas de cada acción que ejecutamos.
El que no arriesga no gana, y una vida sin intentos es una vida vacía. Muchas veces sentimos que vivir arriesgando es peligroso, aunque vivir sin arriesgarse, suele ser más peligroso todavía…
Hay que vivir todos los días como si fuera el último, pero eso no quiere decir que cada uno de nosotros tiene que olvidarse de lo que es y de cuanto vale. Siempre hay que intentar, arriesgar, pero sin olvidarse de que ningún extremo es bueno, no es bueno guardarse todo, pero tampoco lo es insistir demasiado cuando ya no da para más.
Hay que aprender a reconocer y aceptar cuando es conveniente arriesgar y cuando hay que callar.
Si tenes amigos que amas y que nunca queres perder, siempre haceles saber lo que son para vos, en una amistad no tiene que existir el orgullo, jamás. Pero particularmente creo que cuando las amistades se alejan de la nada, sabiendo que hiciste todo por evitar que eso suceda, hay que dejarlas ir, cuando vean su error, van a volver, las amistades verdaderas no terminan y saben reconocer sus errores, sino, quizás nunca fue una amistad verdadera.
Si tenes unos viejos de oro que te bancan en todas, a pesar de todos los obstáculos que se presenten y de los errores que se hayan producido, amalos, valoralos, respetalos y haceles saber cuan agradecido estás, no importan las peleas, las discusiones, las cosas dichas sin haber sido pensadas, todos nos equivocamos, pero no dejemos de expresar lo que sentimos, es cierto, el día de mañana puede ser demasiado tarde, y con arrepentimientos, muchas veces NO GANAMOS NADA…
Gracias por leerlo hasta el final. Buen día J

Natacha.

Consejo Chino . . .

Una vez un campesino chino, pobre y muy sabio, trabajaba la tierra duramente con su hijo. 
Un día el hijo le dijo: "Padre, ¡qué desgracia! Se nos ha ido el caballo." 
"¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre, veremos lo que trae el 
tiempo..." 

A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. "¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho, nuestro caballo ha traído otro caballo." 
"¿Por qué le llamas suerte? - repuso el padre, veamos qué nos trae el tiempo." 

En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se enfurecio y lo arrojó al suelo. E muchacho se quebró una pierna. 
"Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho - ¡Me he quebrado la pierna!" 
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció: 
"¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!" 

El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que se quejaba en su cama. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo. 

El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno. 

Que es lo importante en la vida: 
Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en que todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas.