16 jun 2015

Recordatorio del día: LA SINCERIDAD ANTE TODO.

(leer esto todos los días.)
Por: Natacha Herrera

Sinceridad aunque duela, aunque lastime, aunque provoque un mal momento. 
Sinceridad a pesar de la vergüenza, del miedo, de la incertidumbre, del fracaso, a pesar de la duda. 
Sinceridad ante la hipocresía, la mentira, el enojo, la decepción. Sinceridad ante la sinceridad.
Sinceridad ante la confusión, el perdón, el desconcierto, sinceridad ante la falsedad.
Sinceridad ante la corrupción, la extorsión, la censura, la ambición, sinceridad ante la injusticia.
Seamos siempre sinceros, ante nuestros padres, hermanos, tíos, primos, abuelos, amigos, pareja, conocidos, desconocidos. Seamos siempre sinceros, ante quien sea.
Y sobretodo, seamos sinceros ante nosotros mismos, no nos engañemos con ilusiones, falsas esperanzas, ni mentiras piadosas. 
Una de las mejores cualidades en las personas es la sinceridad. Quién goce de esta virtud: no la desaproveche, no la desperdicie, siempre sepa fortalecerla, además sepa contagiarla, enseñarla. SEPA USARLA Y NO LA PIERDA JAMÁS! 
Que cómo dicen por ahí, mejor es una verdad que haga llorar, que una mentira que haga feliz.




A ti, que decidiste dejar de luchar por nosotros

Por Candela Duato



... Durante un tiempo, me culpé a mi misma por haberte perdido. Estuve meses pensando que volverías. Creyendo que era completamente imposible que tú, la persona que había cambiado por completo mi vida, hubiese decidido perderme así. De golpe. Sin luchar. Sin importarte todo lo que habíamos vivido juntos. Sin pararte a pensar las cosas. Caminando hacia adelante sin importarte -ni lo más mínimo- dejarme atrás.

Y ahora vuelves.

Ahora vuelves a decirme que me quieres y que lo sientes. Ahora vuelves TÚ a preguntarme por qué no quiero luchar por nosotros. Tú. Déjame explicarte por qué. Ya no quiero luchar por nosotros porque he perdido la confianza en ti. Porque nunca pensaste en nosotros. Porque me demostraste muy poco cuando desapareciste de mi vida sin darme ningún tipo de explicación.

Déjame decirte que tú quisiste perder la oportunidad. Y ojalá aprendas la lección. No te lo digo con rencor, te lo digo porque te quise como nunca he querido a nadie. Te quise pensando que lo nuestro sería para siempre. Hubiese dado la vida por ti. Y tú decidiste perderme. Insisto. Tú fuiste quien decidió esto. Así que no vuelvas ahora.

No vuelvas, porque no tienes derecho a hacerlo. No vuelvas, porque no quiero que me lastimes de nuevo. No vuelvas si es que no estás seguro. Por una vez, trata de pensar en mí. Por una vez, no seas egoísta. Te lo pido por favor.

Y sobre todo, no vuelvas si es que volverás a marcharte.


Hoy entiendo que lo único en común que hubo entre nosotros, fue la idiotez. La mía, la que tuve cuando decidí quedarme contigo. La tuya, la que llevas impregnada en ti.


http://www.upsocl.com/mujer/te-dejo/

A ti, que no has podido decidir si te vas o te quedas..

Por Lina Jaramillo Triana Blog: Yo tampoco te cambiaré la vida.




Entra o sale, pero no te quedes más en la puerta… porque duele.

Es una pena que tú, por el que tantas expectativas tenía, por el que estaba volviendo a sentir eso que pensaba que ya no existía dentro de mi, me estés provocando las ganas de pedirte que te vayas.

O que entres de una vez.

Pero no te quedes más a la deriva… porque es una tortura. Una tortura que no habla. Y los peores dolores son en silencio, porque se agrandan. Pero tampoco me veo con la capacidad mental, ni mucho menos emocional, de poder explicarte todo lo que siento.

Porque siento. No soy de hielo… y lo era. Y es una verdadera pena, que tú que tanto me derretiste, me estés demostrando que llevas mucho más hielo del que me había creado yo…

Lo peor de todo es que ya no me reconozco ni a mi misma, no entiendo cómo me estoy dejando engañar de esta manera y que aún así… lo permita.

Solo con tal de que dure una vez más. Solo con tal de que no se agote otra esperanza más.

Y eso no es quererme, eso es querer que me quieras tú. Y no.

Esa nunca he sido yo.

Y me echo tanto de menos… que me esfuerzo en recuperar mis días conmigo misma con nada más que un libro y un camisón, y ya no consigo concentrarme en otra historia que no sea esta; intento recuperar la alegría que me sobraba en mis días con mis amigas, y ahora tengo que obligarme a desconectar mi mente y dedicarle esos instantes únicamente a ellas; intento recuperar esa chispa en mis días de fiesta, en los que antes todo fluía y ahora solo busco la manera de que no fluya nada, de dejar una hoja en blanco; pero sobretodo… intento recuperar todas mis noches…


Quiero recuperar esas noches en las que llegaba a mi cama y ni siquiera miraba el móvil para preocuparme si había puesto la alarma o no, me sobraban segundos para quedarme dormida…
Ahora… ahora después de quince hojas escritas de malas maneras y siete cigarros, los cuales nunca me han hecho falta, se me han convertido en la única manera posible de conciliar el sueño y sentirme… desahogada.

Y no está bien que tenga que contárselo a unas hojas, que siempre acaban rotas de dolor por no romperme yo de dolor contigo. Solo por el hecho de no saber qué pasa por tu cabeza, si es que paso. Porque nunca pasa nada… porque siempre está “todo bien”. Y no encuentro frase más hipócrita que esa…


Pero si yo soy ese “todo bien” al final de un día, si no soy quien te provoca contarle absolutamente NADA, que simplemente te provoca… entonces… entonces ahórrame a mi este esfuerzo, este pulso que me estoy echando inútilmente… y vete.


Y no vuelvas. ..

Ni aún pidiéndotelo yo.



Fuente: http://www.upsocl.com/mujer/a-ti-que-no-has-podido-decidir-si-te-vas-o-te-quedas/

8 jun 2015

"Mejor morir luchando por la libertad que ser un prisionero todos los días de tu vida."

Bob Marley.