31 jul 2013

Estaba totalmente convencida de que esos sentimientos tardaban en aparecer, más aún en crecer... Creía con gran certeza que nadie podía volverse importante para mi en poco tiempo, estaba segura de que era solo algo del momento, que era una atracción pasajera, una que con el transcurso de un par de días iba a desaparecer . Dejé que su risa invadiera mi alma, y sin darme cuenta, hasta la mas mínima tontería que el me dijese, me hacía sonreír como idiota! Tuve que admitir —por mucho que me costara— que con su presencia, mis días eran más agradables. Y justo en ese momento, pude darme cuenta que había bajado la guardia, y aún más, le había abierto las puertas de mi corazón a un hermoso ser que iluminaba mis días. Aunque lo cierto era, que a pesar de sentir felicidad a costa de alguien más, ahí estaba mi fiel amigo, mi compañero de la vida, EL MIEDO...


Me atormenta el simple hecho de saber que existe la posibilidad de perderlo . . .

Tania Natacha Herrera.

Triste realidad . . .