ensaba en aquella vez que me preguntaron ¿Qué es el perdón? Y me
quedé helada… no sabía que responder. PERDÓN, pequeña palabra, pocas letras,
muy usada, una palabra que parece tan sencilla, en boca de tantos y yo… yo no
podía responder a esa pregunta.
s así, que luego de largo rato
de reflexión pensé que tenía que partir de la pregunta ¿alguna vez he sabido
perdonar? Claro, ¿cómo iba a saberlo si no partía de ahí? Pero en realidad se
me hizo más complejo aún! La verdad es que siempre pensé que el perdón era una
manera de poder dejar atrás esas situaciones que me hicieron mal en algún
momento, que era como una disolución de cierto problema, algo que dejaba AHÍ,
sin odio, ni rencor, solo buscaba dejar a un costado lo que me provocaba dolor,
porque no era eso lo que quería sentir…
esulta que luego de un tiempo, escuché una frase que hasta el día de
hoy me la dejó picando: “PERDÓN SIN OLVIDO, NO ES PERDÓN” Y pensé, si para mi,
¿el olvido no existe, no se perdonar? Porque sinceramente creo que hay cosas
que nos marcan en la vida, que se transforman en recuerdos —buenos o malos— que por más tiempo
que pase no se olvidan. Y la mayoría de las cosas que siempre tendemos a
recordar son aquellas que nos hicieron mal, que nos sirvieron de experiencia,
esas que nos ayudaron a crecer como personas, las cuales nos advierten de no
volver a tropezar con la misma piedra, pero que, a su vez, no deja de
generarnos un mal recuerdo, un mal estar anímico que nos hace tener presente
muchas veces situaciones que queremos olvidar, y que no podemos.
Y ahí es
mi duda, porque creo que como a mi, a muchos les sucedió alguna vez encontrarse
con traiciones, con hechos realmente desagradables que fueron realizados por
personas muy cercanas a nosotros, esas
que son demasiado importantes para uno, y que cuando nos pidieron perdón por lo
ocurrido, nosotros teóricamente perdonamos e intentamos dejar esas situaciones
atrás, pero después de un tiempo, volvemos a insistir en eso, traemos al
presente hechos pasados, revivimos el pretérito una vez más, y ahí es cuando
nos damos cuenta que algunas heridas del pasado no cerraron, y que si esa
persona que alguna vez sentimos haberla perdonado, vuelve a cometer un error
que nos afecte, recaemos en hechos anteriores, mostrando que el olvido no
existe, que por más que intentemos dejar algunas situaciones atrás y no volver
a ellas, de alguna forma, vuelve a suceder, lo volvemos a recordar y nuestro
mundo vuelve a nublarse…
oy un
ejemplo común: una pareja que dice amarse, tienen una relación que les hace
realmente bien, una de aquellas que siempre tiene presente que puede soportar
cualquier cosa, menos la infidelidad. Al
cabo de un tiempo, uno de ellos comete este error, le es infiel a su pareja, y
se lo confiesa, al principio como cualquier noticia que cae mal, lleva a uno a
reaccionar de la peor manera, pero pasado un lapso, esta persona decide
perdonar a su pareja, y vuelven a intentarlo. Todo marcha bien, normal en
ellos, pero cada vez que surge una discusión, ese recuerdo siempre está ahí, se
reclama cada dos por tres, y se dan cuenta de que cuando la confianza se
pierde, una relación no se puede sostener. O bien, de manera contraria, una vez
perdonada la traición, dos personas sienten que “el amor es más fuerte” y
deciden superar ese desagradable hecho, y si, claro que se puede superar, pero
por más que se intente no volver a ese tema, la persona que sufre esta infidelidad,
se mantiene alerta, no necesariamente de una manera obsesiva, pero si quiere
cuidarse de sufrir un golpe bajo nuevamente.
Sea, siempre pensaba que como el olvido no
existe, el perdón tampoco. Es un pensamiento particular, no todos pensamos de
la misma forma. Y lo respeto, solo que mi idea se basa en que, si bien muchas
veces tratas de escaparte de ciertas cosas para no hacerte mal, volvés a
pensarlo, sentirlo, recordarlo y es como revivir la misma historia, aunque
hayan pasado años. Pero no deja de ser algo muy personal, será que siempre doy
lo mejor de mi, y cuando no recibo lo mismo, me duele tanto que no puedo
superarlo, no puedo olvidarlo, y cada vez que esas situaciones se repiten, se
me hace más difícil pensar en dejar atrás todo lo vivido. No es que quiera
vivir de recuerdos —porque no es la idea— solo que las vivencias transitadas
son las que van forjando una experiencia propia que es percibida de diferente
manera, y en este caso, cada mal recuerdo, lo hago presente cada vez que me
sucede algo similar. Pero, ¿por qué? Porque siento una frustración en cada
traición que vivo, será que cada vez que eso me sucede intento sobreprotegerme,
y tal es así, que intento no volver a tropezar con la misma piedra, pero si… me
vuelve a pasar y es molesto, doloroso, frustrante!
o todas
las veces vamos a tener que perdonar a alguien que reconoció su error y nos
vino a pedir perdón, algunas otras, vamos a encontrarnos con actitudes
desagradables e intolerantes que tuvo una persona muy querida por nosotros, y que
la única forma de volver a relacionarnos con ellos, es perdonándolas. Aceptando
ese error, tratando de dejarlo atrás, e intentando recuperar esa relación
establecida antes de que ocurriera tal hecho.
Hasta
que un día, sucedió algo impensable para mi, sentía que jamás iba a pasar, y
que si tenía que vivirlo, para mi, era imperdonable… (Y quiero aclarar que no
tiene nada que ver con un pibe, una infidelidad y esas cosas que se piensan
automáticamente :B)
En un
principio, claro, era mi pensamiento, no podía perdonar tal cosa, no soportaba
aceptarlo, y no podía sacarme esa situación de la cabeza, tuve una recaída,
llegué a sentirme tan mal, que pensaba que ya no tenía fuerzas para superarlo…
y así estuve varios años, siendo que fue algo que me afectó de manera
indirecta, porque la traición no iba justamente hacia mi, pero de alguna manera
ahí estaba, involucrada, afectada totalmente… hasta que me di cuenta que si no
hacía nada por superarlo, no iba a poder estar bien conmigo misma, y que en
cada situación similar que surgiera posteriormente, iba a volver a sentirme mal
por ese hecho. Por qué? Porque como para mi el olvido no existe, de alguna
manera siempre iba a tener que volver a lo sucedido, siendo así, que nunca iba
a poder dejar atrás eso por lo cual me sentía atravesada.
Y con el
paso del tiempo, me fui dando cuenta que no hacía falta olvidar para perdonar,
que por más que me doliera la acción de una persona muy amada por mi, no podía
estancarme en eso, porque nunca iba a sentirme bien y no podía tirar todo lo
vivido por un error. Me costó, costó demasiado, porque fue lo que más me dolió
en la vida, pero me detuve a pensar y me di cuenta de que todos somos humanos,
y como tales, no somos perfectos, todos cometemos errores, y que no somos nadie
para juzgar a otro, porque aunque pensemos que nunca vamos a cometer la misma
falta, el día de mañana podemos estar haciendo lo mismo… Vale destacar que eso
también forma parte de una experiencia de vida, que también se dio con el paso
del tiempo, porque no fue de un día para otro… Que fue mucha meditación, mucho
esfuerzo y mucha voluntad. Y que están de por medio los sentimientos y las
acciones. ¿Por qué digo esto? Porque muchas veces es tan grande lo que sentimos
por alguien, que no queremos perderlo, porque hay lazos afectivos que muchas
veces no pueden cortarse, y que, aunque no se pueda olvidar este tipo de cosas,
tampoco hay que cerrarse en eso, y hay tener en cuenta lo que esa persona hizo
y/o hace actualmente por nosotros, que no tenemos que condenar todo lo vivido
con alguien, por haber cometido un error.
sí pude
ver que perdonar cuesta, es difícil, lleva tiempo, pero si uno se propone a
realizarlo, lo puede hacer. Sigo sosteniendo que hay cosas que nos marcan para
toda la vida y que duelen demasiado, pero si nosotros no podemos salir de eso,
está difícil que encontremos una estabilidad emocional que nos mantenga en pie
día a día.
¿Y
cuándo me di cuenta de esto? Cuando empecé a sentir que estaba repudiando a una
persona que amo con el alma, cuando no podía ni verla, que ya me sentía mal,
cuando sentía que todo lo que hacía esa persona estaba mal, siempre con una
mirada negativa. Pero ahí fue cuando también me dije a mi misma que no quería
llenar mi alma de sentimientos negativos, porque no me hacía bien.
ecién ahí
fue cuando me di cuenta que pude perdonar a alguien que ni siquiera me había
pedido perdón, pero es bueno resaltar que esto es más fácil lograrlo cuando
percibís que esa persona al darse cuenta de su error, cambia, cambia para bien,
y eso se valora demasiado, porque no lo niego, me hizo mal, y NO lo olvido,
actualmente me siento bien conmigo misma, porque me propuse dejar de lado
aquello sucedido… pero hoy en día pude recuperar esa relación, y no he perdido
a esa persona.
Tengo
mis recaídas, a veces me acuerdo y me deprimo demasiado, pero ya no es como
antes, solo hay dolor, desilusión, decepción, pero no hay odio, ni rencor.
Por eso,
concluyendo con este tema, creo que por más que no podamos olvidarnos de
ciertas cosas que nos hicieron mal, podemos superarlas, intentando día a día
perdonar a alguien, y si, se puede. Aunque , aaaaauuuunqueeee, creo que es
bueno destacar que hay cosas que para mi, no tienen vuelta atrás, perdonar no
es cualquier cosa, se puede llevar a cabo cuando amamos de verdad a alguien, y
que no es fácil. Me llevó cerca de cuatro años experimentarlo, estuve mucho
tiempo cerrada en un solo pensamiento, sin darme cuenta de que siempre la vida
te va a dar alternativas y elecciones, está en nosotros escoger bien!
Por eso,
si vos sentís que no podes perdonar a alguien, o algo, y te está haciendo mal,
pensalo, repensalo y volvelo a pensar.
NADIE
ESTÁ EXCENTO A NADA, TODOS SOMOS HUMANOS, CUALQUIERA PUEDE COMETER EL MISMO
ERROR, Y AUNQUE HAYAN COSAS QUE NO SE JUSTIFICAN, NO TENEMOS QUE OLVIDARNOS QUE
NO SOMOS QUIEN PARA JUZGAR AL PRÓJIMO Y QUE POR ESO MISMO, HAY QUE BUSCARLE LA
VUELTA Y PODER EXPERIMENTAR ESA HERMOSA SENSACIÓN DE HABER PERDONADO!:)
Para
terminar, dejo una frase que me encanta y que es muy cierta:
“Pedir perdón es de muchos, saber perdonar no”
Gracias
si lo leíste, porque el hecho de que vos gastes minutos de tu tiempo en mis
escritos, es genial, estés o no, de acuerdo con mis pensamientos. Que tengas un
lindo día. Y que Dios te bendiga a vos, y a tus seres queridosJ
DIOS, DIO
LA VIDA POR NOSOTROS, HACIÉNDOSE CARGO DE NUESTROS PECADOS,
AQUELLOS QUE HICIERON QUE JESÚS FUERA CRUCIFICADO, Y NOS PERDONÓ, PRODUCTO DEL
GRAN AMOR QUE NOS TIENE. ASÍ MISMO, EL NOS
OTORGÓ LA CAPACIDAD A CADA UNO DE NOSOTROS DE PODER PERDONAR.
ESTÁ EN CADA UNO DESCUBRIRLA Y PRACTICARLA
Tania
Natacha Herrera.