5 nov 2012


“Si estás enojado con alguien, y ninguno hace nada por arreglar la situación, arréglala tú. Tal vez hoy, esa persona todavía quiera ser tu amigo, y si no lo arreglas, tal vez mañana será muy tarde.  
Si estás enamorado de alguien, pero esa persona no lo sabe, díselo. Tal vez hoy, esa persona también esté enamorada de ti y si no se lo dices hoy, tal vez mañana será muy tarde.
Si te mueres de ganas por darle un beso a alguien, dáselo. Tal vez esa persona también quiere un beso tuyo, y si no se lo das hoy, tal vez mañana será muy tarde.
Si todavía amas a una persona que crees que te ha olvidado, díselo. Tal vez esa persona siempre te ha amado y si no se lo dices hoy, quizás mañana será muy tarde.
Si necesitas un abrazo de un amigo, pídeselo. Tal vez ellos lo necesitan mas que tu, y si no se lo pides hoy, mañana será muy tarde.
Si de verdad tienes amigos a los cuales aprecias, díselo. Tal vez ellos también te aprecian, y si se van o se alejan, quizás mañana será muy tarde.
Si quieres a tus papas, y nunca has tenido la oportunidad de demostrarlo... hazlo. Tal vez hoy, los tienes ahí para demostrárselos, pero si se van, tal vez mañana será muy tarde…”

Si tenes muchas ganas de hacer algo, HACELO, no importan las consecuencias, no importa si sale bien, si sale mal, si no salen las cosas como realmente las esperas, lo importante es no quedarse con las ganas de hacer o decir algo, porque el día de mañana nos podemos arrepentir toda la vida… Muchas veces nos encontramos con gente demasiada orgullosa que queremos con el alma, y no es la idea ponerse a competir a ver quien es más orgulloso, sino que se trata de dejar eso de lado, y mostrar cuanto nos puede importar una persona, más allá de todos sus defectos.
Cuántas veces el deseo se apodera de uno y surgen esas ganas de expresar nuestros sentimientos hacia alguien? MUCHAS. Y quizás muchas veces gane el miedo, si, miedo al rechazo, al fracaso, al no ser correspondido… Y ahí nos quedamos, con las palabras en la boca, pensando que hubiera sido si lo decíamos, pero una vez más, el miedo gana… Pero no siempre tiene que ser así, no siempre tenemos que dejar que el miedo nos gane, porque muchas veces se siente mejor uno mismo siendo sincero, pudiendo expresar libremente sus sentimientos, sin tener en cuenta que tan malas pueden ser las consecuencias! Porque es eso lo que siempre nos frena, pensar en las consecuencias negativas de cada acción que ejecutamos.
El que no arriesga no gana, y una vida sin intentos es una vida vacía. Muchas veces sentimos que vivir arriesgando es peligroso, aunque vivir sin arriesgarse, suele ser más peligroso todavía…
Hay que vivir todos los días como si fuera el último, pero eso no quiere decir que cada uno de nosotros tiene que olvidarse de lo que es y de cuanto vale. Siempre hay que intentar, arriesgar, pero sin olvidarse de que ningún extremo es bueno, no es bueno guardarse todo, pero tampoco lo es insistir demasiado cuando ya no da para más.
Hay que aprender a reconocer y aceptar cuando es conveniente arriesgar y cuando hay que callar.
Si tenes amigos que amas y que nunca queres perder, siempre haceles saber lo que son para vos, en una amistad no tiene que existir el orgullo, jamás. Pero particularmente creo que cuando las amistades se alejan de la nada, sabiendo que hiciste todo por evitar que eso suceda, hay que dejarlas ir, cuando vean su error, van a volver, las amistades verdaderas no terminan y saben reconocer sus errores, sino, quizás nunca fue una amistad verdadera.
Si tenes unos viejos de oro que te bancan en todas, a pesar de todos los obstáculos que se presenten y de los errores que se hayan producido, amalos, valoralos, respetalos y haceles saber cuan agradecido estás, no importan las peleas, las discusiones, las cosas dichas sin haber sido pensadas, todos nos equivocamos, pero no dejemos de expresar lo que sentimos, es cierto, el día de mañana puede ser demasiado tarde, y con arrepentimientos, muchas veces NO GANAMOS NADA…
Gracias por leerlo hasta el final. Buen día J

Natacha.

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